Secuéstrame…
Gladiador persistente, locuaz
Esclavo de mis peticiones de mis deseos
Pieza imprescindible de mi nocturnidad
Secuéstrame…
Adulador incansable, carismático
Manos fuertes, anillos de acero
Cara de conquistador rebelde, perseverante, tenaz
Gruesos labios, sugerentes…
cómplices de mis fantasías más sensuales
Lengua vertiginosamente provocadora
Ojos profundos donde perderse
Mirada lasciva llena de apetito
Mi eterno amante paciente
Joven y maduro
Deja que juegue con tus oscuros cabellos…
Con tus fuertes manos, con tu cuerpo….
Pasión clandestina
Mi dedo en tus labios, en tu boca
Tu boca en mi cuello, en mis senos
Mis manos en tus glúteos,
en tu miembro eréctil, excitado
Tu dentro de mí, apoderándote de mí
Respiraciones aceleradas, miradas clavadas
Ahógame en tu lujuria
Embriágame con tus besos
Cuerpos acompasados, sudando de extenuación
Buscando las puertas de los oscuros sueños
Buscando las puertas del mismísimo infierno
Aquí estoy, Reina y no esclava, he llegado desde las tierras áridas del sur para bendecir el aire que respiras y poner a tus pies mis rodillas y la boca donde alcance, a beber el agua de tus infiernos. Soy luz en la noche y brillo de espada dura en el atardecer de tus deseos. Será para ti la liberación del alma y te tragarás a bocanadas calientes de sangre, el aire de nuestras bocas.
ResponderEliminarVengo a amarte por encima de los dioses carentes de sentimientos, dictadores eternos de la fe de los mundos que habitamos y siento más tu muerte que mi vida sin ti; pero debo hacerlo estoy aquí para asesinarte con golpes de mi cíclope en mitad de tu amor y bailando contigo en las puertas mismas del infierno.
Bueno, que sí, que me ha gustado el relato.